Cinco miradas de participación ciudadana en la ciudad de El Alto

julio 01, 2023

por Ivan Chambi Pari
 
Introducción
 
El Alto es una ciudad joven con 38 años, cuna de migrantes de poblaciones rurales y ex mineros. Palabras del Instituto Nacional de Estadística: “El Alto es el segundo municipio más poblado del país, según proyecciones a 2020 cuenta aproximadamente 943.600 habitantes, de los cuales 51,4% son mujeres y 48,6% hombres” (Instituto Nacional de Estadística [INE], 2020, pág. 2). En la actualidad recién se está gestando la primera generación de alteños.
 
Su creación fue posible gracias al trabajo que realizó el Frente de Unidad y Renovación Independiente (FURIA), mediante la Ley de la 4ta.Secciòn de 6 de marzo de 1985, Posteriormente El Alto sería elevado a rango de ciudad mediante la Ley Nº 1014 del 26 de septiembre de 1988. “En la actualidad el Municipio de El Alto cuenta con 14 distritos de los cuales diez son reconocidos como urbanos (1, 2, 3, 4, 5, 7, 8, 12 y 14) y cuatro como rurales (9, 10, 11 y 13)” (Gobierno Autónomo Municipal de El Alto [GAMEA] , 2015, pág. 15). Estos distritos municipales “son espacios desconcentrados de administración, gestión, planificación y participación ciudadana y descentralización de servicios, en función de sus dimensiones poblacionales y territoriales, en los que se establecen las sub alcaldías” (Ley Municipal Nº545 de Creación de Distritos Municipales Dentro la Jurisdicción Municipal de El Alto, 2019, pág. 10). Dentro del espacio territorial y la mancha urbana, las organizaciones sociales son los actores locales que han permitido el crecimiento y el progreso de la ciudad de El Alto, trabajando conjuntamente con su gobierno local, actores entre los que cabe resaltar a la Central Obrera Regional de El Alto (COR), que en un preámbulo se llamó Central Única de Trabajadores de El Alto, pero por discrepancias con la Central Obrera Boliviana, por el uso de la palabra “Única”, tuvieron que cambiar el nombre de la organización. Según el Estatuto Orgánico de la Central Obrera Regional de El Alto, su finalidad está plasmada en el Artículo 5:
 
La COR es una fuerza antiimperialista y antineoliberal, como tal persigue la liberación nacional y social del país. Al mismo tiempo, defiende las reivindicaciones de todos los trabajadores utilizando los métodos propios de los explotados: la acción directa de los trabajadores, la huelga de hambre y disposiciones legales que favorezcan a sus afiliados. (COR EL Alto, 2008, pág. 2).
 
De hecho, “en la gestión 2020 las organizaciones afiliadas están integrados por 19 Federaciones, 26 Sindicatos y 14 Organizaciones Populares”. (COR EL Alto, 2020).
 
Otra organización es la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, que en “un inicio se denomina Concejo Central de Vecinos en 1957, posteriormente cambia a Sub-Federación Interina de Juntas Vecinales en 1966 y se consolida como la Federación de Juntas Vecinales de El Alto en 1979” (FEJUVE EL Alto, 2001, pág. 69). Surge como un movimiento cívico que plantea mejorar la calidad de vida de la población alteña, es portavoz y canalizador de las necesidades que se reflejan en las urbanizaciones y comunidades. Según el Estatuto Orgánico de Federación de Juntas Vecinales de El Alto, su naturaleza recae en el Artículo 5:
 
La Federación de Juntas Vecinales de la ciudad de El Alto, es una institución cívica, corporativa, democrática, participativa, apartidista con Personería Jurídica reconocidas mediante Resolución Suprema Nº 200097 de 28 de Julio de 1985, constituida por la totalidad de las Juntas Vecinales orgánicamente reconocidas por ella, la Ley 1551 de Participación Popular Capitulo II artículo 3,4,5; concordante con el Decreto Supremo Reglamentario 23858 artículos 1 inciso “c” y 12 párrafo I; y la Ley 2028 Ley de Municipalidades; Titulo VI, artículos 146 al 149. (FEJUVE EL Alto, 2001, pág. 15).
 
De acuerdo, Pablo Merma Yujra, en la gestión 2015 las zonas afiliadas a la Federación de Juntas Vecinales de El Alto:
 
Integran 909 zonas de las cuales, distrito 1 son 39 zonas, distrito 2 son 61 zonas, distrito 3 son 121 zonas, distrito 4 son 77 zonas, distrito 5 son 55 zonas, distrito 6 son 25 zonas, distrito 7 son 130 zonas, distrito 8 son 263 zonas, distrito 12 son 53 zonas y distrito 14 son 85 zonas. (Merma, 2017).
 
Las diversas articulaciones colectivas han ido dinamizando y generando un tejido social heterogéneo, dando lugar a la participación de hombres y mujeres para intervenir, ejercer, vigilar y proponer el desarrollo de la ciudad de El Alto, bajo la visión integral y conformando juntas vecinales.
 
El presente trabajo hace un esbozo sobre la experiencia que se generó al desarrollar la investigación sobre la importancia y rol que tiene la participación ciudadana de los vecinos y el comunario, tomando en cuenta su forma de organización, las demandas sociales y la gestión municipal. Para ello se implementó un abordaje cualitativo que incluyó observación, análisis de documentos, entrevistas estructuradas dirigidas a los dirigentes vecinales y autoridades originarias. El trabajo de investigación que aquí desplegamos constituye una parte de la población alteña que está reflejado en cinco actores locales.
 
-Zona central 12 de Octubre (D-1) 
-Urbanización 14 de Abril (D-8) 
-Comunidad Amachuma (D-10) 
-Urbanización 18 de Diciembre 2 Sección (D-13) 
-Urbanización Franz Tamayo Sector C (D-14)
 
La participación ciudadana y sus matices
 
La participación ciudadana dentro de la organización de las juntas vecinales tiene una estructura y un funcionamiento que se rigen a la cabeza un presidente de urbanización o autoridad originaria, sus características están centradas: En primera instancia, la asamblea general constituye una forma de participación donde se congregan la ciudadanía alteña para informarse, comunicarse, tomar decisiones, establecer resoluciones y realizar trabajos comunales esto lo hacen con el fin de resolver las necesidades que tiene la urbanización o comunidad que integran los distritos. 
 
 
En segunda instancia, la relación base-dirigente establece una forma de trabajo, pues otorga la responsabilidad de ser portavoz y mejorar las condiciones del vecindario o la comunidad. 


En última instancia, la concientización de dirigentes acerca de la organización hace referencia a su mesa directiva, la coordinación y trabajo que realiza internamente.
 

En síntesis, lo relatado por los dirigentes vecinales y la autoridad originaria muestra escenarios de participación, consultas, consensos, críticas y trabajos comunales que es resultado de asambleas vecinales, la relación con la base es de constate comunicación y coordinación por mejorar el vecindario y la comunidad. En cuanto a la concientización de los dirigentes acerca de la organización, su mesa directiva de la junta vecinal (D-1,8,10 y 13), expresa el dialogo y conceso, establece reuniones semanales o cuando sea necesario, conforma comisiones de trabajo, realizar los comunicados para llevar adelante la asamblea general y hacer un buen manejo de aportes que dan los vecinos, las vecinas, los comunarios y las comunarias. Por otro lado, la mesa directiva (D-14) tiene una fractura y división donde la gran mayoría de sus miembros se abstienen de participar porque no les dan la palabra y no les delegan comisiones de trabajo.
 
Las diferentes demandas sociales de las urbanizaciones y la comunidad
 
Entre las demandas sociales que hacen conocer los dirigentes vecinales y la autoridad originaria de las urbanizaciones y la comunidad al Gobierno Autónomo Municipal de El Alto se recoge necesidades que han sido planteadas por los vecinos, las vecinas, los comunarios y las comunarias.
 

Todas estas juntas vecinales y la autoridad originaria tienen como común denominador necesidades que deben ser atendidas por el gobierno local, las que tienen que ver con infraestructura vial (D-8,10,13 y 14), infraestructura urbana (D-1,10,13 y 14), planimetría y acceso al POA (D-8 y 13), servicios básicos (D-8 y 13), seguridad ciudadana (D-1), infraestructura deportiva (D-10) e infraestructura de salud (D-13).
 
Repercusiones de la gestión municipal
 
Los dirigentes vecinales tienen diferentes percepciones sobre el trabajo que viene realizando el Gobierno Autónomo Municipal de El Alto y esto pueden expresar aprobación o rechazo.
 
 

La percepción de los dirigentes vecinales y la autoridad originaria sobre la gestión municipal tiene críticas, debido a limitaciones a la hora de comunicar, informar y entregar proyectos que puedan generar un bienestar social a la población alteña. Se pone en tela de juicio su gestión, calificándola de regular (D-10 y 14), esto se debe a los proyectos que quedaron pendientes, la burocracia y la mala coordinación que tiene con el gobierno central para poder generar proyectos de mayor envergadura. Por otro lado, dicha situación se agrava (D-1,8 y 13), calificando como mala a la gestión municipal debido a la intromisión política partidaria; esto facilita que los tramites sean rápidos a los que lo apoyan y a los que no lo apoyan todo lo contrario, pues son rechazados u obstaculizados.
 
A modo de cierre
 
La participación ciudadana ejercida por los diferentes dirigentes vecinales y la autoridad originaria toma escenarios y protagonismos pasando por rasgos particulares, como su organización. La asamblea general es un mecanismo de participación que le permite informar, comunicar y tomar acciones sobre temas de índole de la vecindad y la comunidad. La relación base-dirigente expone una comunicación constate que permite ver la realidad, permite a los vecinos apoyar y proponer soluciones. Acerca de la concientización de los dirigentes en la organización de sus mesas directivas, sus características van por delegar comisiones de trabajo, establecen consensos, tienen un orden del día y rinden informes, esto se da en los D-1,8,10 y 13, pero esto no se refleja en el D-14, donde la división y la falta de participación de los miembros de la mesa directiva dificulta u obstaculiza el trabajo.
 
Las necesidades que enfrentan las urbanizaciones y la comunidad en su gran mayoría no son nuevas, sino que son demandas sociales que se actualizan al contexto sociohistórico que toca vivir. Son proyectos que giran en torno a infraestructuras (viales, urbanas, salud y deportivas), planimetría y acceso a POAs, servicios básicos y seguridad ciudadana.
 
La repercusión de la gestión municipal devela ciertas semejanzas y diferencias que van bajando su calificación de regular a malo, varios de estos aspectos tienen que ver con la comunicación, la información, la burocracia, la coordinación de proyectos con el gobierno central y el clientelismo político. Para terminar, las cinco miras de participación expuestas son evidencia recogida de experiencias de diferentes vivencias vecinales y comunitarias, tienen diversos matices de organización, fortalecen vínculos de poder de decisión en las esferas públicas, permitiéndoles tener tácticas y estrategias para velar por el interés de la población alteña, como portavoces y representantes que tienen la intención de construir una ciudad conjuntamente con su gobierno local.
 
Bibliografía
 
COR EL Alto. (2008). Estatuto orgánico. El Alto.
COR EL Alto. (2020). Organizaciones afiliadas a la central obrera regional de El Alto. El Alto.
FEJUVE EL Alto. (2001). Estatuto Orgánico. El Alto: Impresor s.r.l.
Gobierno Autónomo Municipal de El Alto[GAMEA] . (2015). Atlas Geogràfico del Municipio de El Alto. El Alto: Artes Gràficas"Marino".
Instituto Nacional de Estadística [INE]. (05 de Marzo de 2020). ine.gob.bo.Obtenido de ine.gob.bo: https://www.ine.gob.bo/index.php/publicaciones/el-alto-en-cifras-2020/
Ley Municipal Nº545 de Creación de Distritos Municipales Dentro la Jurisdicción Municipal de El Alto. (24 de Abril de 2019). Gobierno Autònomo Municipal de El Alto Consejo Municipal. El Alto, Bolivia: Gobierno Autònomo Municipal de El Alto. Obtenido de www.elalto.gob.bo: http://www.elalto.gob.bo/blog/2019/05/09/ley-municipal-no-545-2019-el-cual-tiene-por-objeto-establecer-los-requisitos-condiciones-criterios-tecnicos-legales-y-procedimientos-para-la-creacion-de-distritos-municipales-dentro-de-la-jurisdicci/
Merma, P. (2017). Construcción de liderazgo aymara en El Alto. Yati Amawt`a, 75-102.

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